Desde Villa Lago Rivadavia (Chubut) - La Argentina es uno de los países con menor densidad poblacional del mundo. En nuestro extenso territorio agropecuario las escuelas rurales, como las camionetas, tienen un rol central. En esos paisajes bellísimos -pero aislados-, las dos se encargan de mantener a la gente unida: aportan la condición de posibilidad, para que la Economía y la Cultura florezcan.
Una evidencia contundente de eso tuvimos durante la inauguración de las obras que Ford Argentina realizó la semana pasada en la Escuela 103 “Gauchos de Güemes”, de Villa Lago Rivadavia, en la comarca andina de Chubut. Fue fundada por sus pobladores en 1938 y se incendió completamente en 1971. Fue ahí cuando la automotriz tomó contacto con la situación y le dio prioridad dentro de su plan de construcción de 41 escuelas rurales, que la terminal de Pacheco llevó a cabo entre los años '60 y '80 (leer historia). Por eso, septiembre de 1972 es la segunda fecha fundacional que celebra en esta escuela.
En esa época, las 41 escuelas fueron construidas por Ford y donadas al Estado Nacional. Hoy, como parte de la Reforma Educativa que se plasmó con la nueva Ley de Educación Nacional de 2006, estas instituciones pertenecen a las provincias. Solamente en Chubut, Ford construyó tres: esta que conocimos y dos más en plena estepa patagónica, en Paso del Sapo y Telsen.
Los alumnos, docentes y auxiliares de la escuela "Gauchos de Güemes" fueron los protagonistas del acto de la semana pasada. Ford organizó una kermesse de juegos y les dejó a los 28 estudiantes mochilas y pelotas nuevas para el próximo año escolar. Osvaldo Santi, gerente general de Comunicaciones, representó a la marca junto a los miembros del concesionario local Pedro Corradi, que apadrina a la escuela como parte de la intención de la marca de mantener un contacto cercano con las instituciones que construyó.
La obra que se inauguró la semana pasada consistió en el reemplazo de las viejas aberturas de madera de la entrada, las aulas y la dirección, por nuevos cerramientos que mejoraron el aislamiento y la calefacción. Se refaccionó el baño de los docentes y del nivel Inicial. Se arreglaron los techos, las canaletas y la chimenea. Se pintó el exterior y las familias ayudaron con el interior. También se generó un porche de entrada, esencial para el clima de la región, con nuevas puertas de acceso con barrales antipánico.
En el predio se construyeron dos invernaderos y se colocó un alambrado, para evitar que los animales ingresen y dañen los cultivos que cuidan los alumnos. Por otro lado, se realizó una perforación de 23 metros y se instaló una nueva con bomba centrífuga sumergida, para abastecer con agua de riego.
Ahora hay, además, una nueva zona de juegos, hecha con materiales reciclados a prueba de clima patagónico. Cuando Ford le pidió a la directora que relevara las necesidades a tener en cuenta, también se incluyó un pedido especial de los chicos. Según nos contó Andrea López, la directora, los chicos salen de clase a las 15:30, pero apenas una hora después están volviendo a jugar en el patio, que se convirtió en la única plaza del pueblo. Por eso, la cancha de fútbol y el gimnasio, construido por la provincia, son el centro de reunión y deporte tanto para los niños como los adultos de la Villa.
“Esta escuela es la suma de muchas buenas voluntades”, subrayó la directora durante la inauguración. Vecinos, ministerio de educación, equipo docente, empresas y fundaciones. “Nos llena de orgullo ver lo bien conservada que está la escuela. En Ford creemos que no hay éxito para la empresa si no hay éxito en su comunidad, y que la educación es la propuesta más potente para el desarrollo de las personas”, dijo su gerente de Comunicación.
En las zonas rurales, el curriculum está adaptado a las condiciones y recursos locales. La 103 es plurigrado: en las tres aulas conviven los estudiantes de los niveles Inicial, Primario y Secundario. Del último, sólo el primer ciclo. Para terminar pueden elegir la secundaria de Cholila o la agrotécnica que lleva adelante la fundación Cruzada Patagónica.
Los chicos y chicas llegan desde los parajes cercanos a las 8.30 y se quedan a almorzar. La directora, con su auto y la ayuda de su marido, se ocupa de comprar los insumos una vez por mes. No queda otra: quien asume un trabajo en zona rural sabe que sus prestaciones deben ser 4x4.
“El eje de nuestro proyecto pedagógico es lo agrario. Desde ahí se articulan los contenidos. También hacemos hincapié en la alfabetización durante el nivel Inicial. Cuando asumí, todos los que habían llegado a cuarto sabían leer y escribir”, explicó.
“Todo el circuito del cultivo lo hacemos con ellos, desde la semilla y los plantines hasta la cosecha y el valor agregado, como los dulces de frambuesa, incluso tenemos uvas, que están empezando a aparecer en el Paralelo 42º”. También hacen proyectos relacionados con la comunidad, como cuando visitaron a los bomberos y aprendieron sobre el adiestramiento de su perro que ayuda en el combate de los incendios.
Las familias de la escuela se ocupan de la ganadería y los servivios asociados al Turismo. En temporada alta (verano), la población aumenta de 200 a 250 personas, me contó la Policía Comunitaria. La pesca con mosca, el montañismo y otros deportes asociados a la naturaleza son el atractivo principal de la Comarca Andina, una zona de belleza excepcional, que incluye al Parque Nacional Los Alerces.
Una de las figuras invitadas a la celebración de las obras fue Agustina Albertario, campeona Olímpica de Hockey con Las Leonas, quien conversó con los chicos y les mostró sus medallas.
Consultada sobre otras necesidades de la escuela, Andrea me dijo que a la escuela le vendría bien un grupo electrógeno para los días de mal clima, que es cuando el servicio eléctrico se interrumpe. El contacto para quienes quieren sumar su colaboración se publica acá abajo.
D.B.
* La autora es editora del sitio de educación www.AlterEdu.com.ar
* Contacto con la Escuela 103 de Villa Lago Rivadavia (Chubut): [email protected]
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